El puente de Albalat sobre el río Tajo fue una de las importantes obras públicas construidas durante el reinado de Su Majestad Católica Carlos I de España y V de Alemania. Fue propuesto por la ciudad de Plasencia y costeado por ella misma y otros muchos municipios de la zona, entre ellos la Campana de Albalat, y contó con el apoyo personal del Emperador. Su construcción se terminó probablemente en 1552. Se encuentra en la parte norte del término de la villa de Romangordo, a algo más de 4 Km. de la villa de Almaraz.
Tiene una longitud de 127 m., una anchura de 6,8 m. sin contar los pretiles y 38 m. de altura. Consta de dos arcos, el de la derecha -teniendo en cuenta el curso del río- es de medio punto con una abertura máxima de 33 m. y el izquierdo es deojivaapuntada con una abertura de 17 m. Ambos arcos descansan sobre un pilar central que es semicircular a cada lado con un diámetro de 10,35 marcados. Hay tallado en relieve un gran escudo del Emperador Carlos en que puede verse muy bien el águila bicéfala.
El arco ojival presenta la particularidad de tener tres filas de dovelas.
De acuerdo con el emperador Carlos I, la ciudad de Plasencia decidió acometer la ingente obra, probablemente en los primeros años del siglo XVI. La empresa se encomendó al maestro Pedro de Uría. Esta información aparecía en la siguiente inscripción que existió en el puente y que nos ha transmitido Antonio Ponz (siglo XVIII) en su obra «Viage de España»:
ESTA PVENTE HIZO LA CIVDAD DE PLASENCIA ACABOSE AÑO 15–[1] REYNANDO EN ESPAÑA LA MAGESTAD CESAREA DE CARLOS V. EMPERADOR.
FUE MAESTRO PEDRO DE VRIA. Fue en la guerra de la Independencia contra los franceses, donde el puente de Albalat cobró un verdadero protagonismo. De los cinco puentes que había sobre el Tajo, éste era el más estratégico y el de mayor importancia para la progresión de la guerra, dado que estaba en la carretera principal que comunica a Extremadura y Portugal con Madrid.
Después de muchas batallas por su control, el puente de Albalat fue parcialmente destruido por orden del general Cuesta a principios de 1809. Su reconstrucción tuvo que esperar más de 30 años. Entre los vecinos de los pueblos cercanos se empezó a oír esta leyenda:
Puente de Albalat, si te caes, no te levantarás, y si te levantan, no como estás.
Fue en 1841, cuando dos diputados extremeños D. Joaquín Rodríguez Leal y D. Gonzalo María de Ulloa, conde Adanero, propusieron al gobierno la reconstrucción. Al no comprometerse el Gobierno, consiguieron el permiso para reconstruirlo por su cuenta a cambio de amortizar los gastos cobrando el pontazgo durante algún tiempo.
La obra fue presupuestada en 1.350.000 reales que, una vez finalizada la obra, subió a los 2.000.000 por lo que el Gobierno de S.M. concedió diez años más del disfrute del pontazgo. La obra se finalizó en 1845. Recientemente, durante la construcción de la vecina Central nuclear de Almaraz, se reforzó su resistencia inyectando cemento en su estructura por miedo a un posible fallo al pasar sobre él los reactores de dicha central.»
Documento para la historia del puente de Albalat – Autora: Ana Castro Santa María