El nombre de la ciudad de Albalat o Medina Albalat aparece en los escritos antiguos con ortografías variadas: Al-balat, Albalate, Alvalat, Alvalá, Albalat. A veces le acompaña el nombre de Makhada o Makjada: Makjada Al-balat.
Albalat significa «camino empedrado», es decir, calzada. Las calzadas romanas estaban cubiertas de losas de piedra. El nombre Makhada significa «paso» o «vado». Los dos nombres están inspirados en la ubicación que tenía esta ciudad: estaba situada en la calzada romana que iba de Mérida a Toledo en el punto en que ésta cruzaba el Tajo por uno de los pocos vados existentes en este río, por el vado que hoy pertenece al territorio municipal de Romangordo, situado más o menos a la altura del kilómetro 203 de la antigua carretera nacional N – V.
Los árabes fortificaron esta posición de gran valor estratégico en el siglo X, en tiempos de Abderramán III, quien se preocupó de asegurar militarmente la línea del Tajo, que estaba siendo objeto de ataque por parte de los cristianos. Posiblemente antes de esa fecha ya existía algún tipo de instalación militar, pero es a partir del siglo X cuando Albalat empieza a tener relevancia.
Los geógrafos árabes la incluyen en sus descripciones y en el siglo XII la mencionan como cabeza de comarca o de provincia.
Una ciudad de tal valor militar, administrativo y estratégico no pudo escapar al ataque de los reyes cristianos, decididos desde muy pronto a recuperar las tierras perdidas por la invasión árabe. Tampoco por parte de los árabes una ciudad del valor estratégico de Albalat podía ser abandonada sin presentar resistencia. A lo largo de los siglos XI y XII fue conquistada varias veces por los cristianos y reconquistada por los árabes, fue destruida por los cristianos y reconstruida nuevamente por los árabes. La conquista Alfonso VI y la reconquistan los almorávides; la vuelve a conquistar Alfonso VII y la vuelven a recuperar los almohades en tiempos de Alfonso VIII (año 1196). Finalmente, poco después, vuelve definitivamente bajo el control de Alfonso VIII, pero debido a que la frontera con los árabes se ha desplazado ya más al sur, la villa y el castillo de Albalat pierden valor estratégico, y rara vez, a partir de ahora, será mencionada en las crónicas reales.
Durante el reinado de Fernando III (primera mitad del siglo XIII), época en que se procuró la repoblación humana del sur del Tajo, comienza a mencionarse la Campana de Albalat, nombre que engloba a un conjunto de pequeñas poblaciones surgidas en el territorio de la villa de Albalat.
Bibliografía: Adrián Arcaz Pozo, Al-balat: Un enclave estratégico en la línea media del Tajo durante la Reconquista (siglos X-XII) Este trabajo está publicado en las Actas de las I Jornadas de Historia Medieval de Extremadura.